Qué es el amianto

¿Alguna vez has oído hablar sobre el amianto? ¿Sabes qué es? ¿Por qué es perjudicial para la salud?

Aunque ha sido valorado por su resistencia al calor, al fuego y a los productos químicos, el amianto también es conocido por los graves riesgos que presenta para la salud humana. En esta publicación, os hablaremos de las características del amianto, los distintos tipos y cómo identificarlo, así como dónde se puede encontrar.

Características del amianto

El amianto es resistente al calor, al fuego y a los productos químicos, lo que lo convierte en un material atractivo para aplicaciones industriales. Además, es resistente y duradero, lo que lo hace ideal para su uso en una variedad de productos. Además, es invisible, inodoro, incoloro e insípido. Puede quedar suspendida en el aire o en el agua y trasladarse de allá para acá.

Sin embargo, la inhalación de estas fibras puede causar enfermedades respiratorias graves, como asbestosis, cáncer de pulmón y mesotelioma. Por esta razón, el uso del amianto ha sido restringido y prohibido en muchos países, y su manipulación está estrictamente regulada para prevenir la exposición y proteger la salud de los trabajadores y del público en general.

El amianto es uno de los cancerígenos más potentes que se conocen. Se estima que el riesgo de los trabajadores expuestos al amianto de padecer cancer de pulmón es hasta 6 veces más frecuente que en la población general, pero si a los efectos del amianto unimos los efectos de otros cancerígenos, la probabilidad de padecerlo aumenta exponencialmente.

Otras formas de llamar al amianto

El amianto también es conocido como asbesto. Dependiendo de su forma y color, puede recibir diferentes nombres, como crisotilo (amarillo o blanco), amosita (marrón), crocidolita (azul) y otros.

Qué son las fibras de amianto

Las fibras de amianto, también conocidas como fibras de asbestos, son componentes minerales pertenecientes al conjunto de los anfíboles. Están formadas por delgados hilos cristalinos que no se pueden ver, saborear u oler a simple vista.

Son conocidas por su durabilidad y resistencia, incluida su capacidad para resistir el fuego y los ácidos. Debido a estas propiedades, se han utilizado ampliamente para fortalecer el fibrocemento.

Las fibras de amianto tienen de dimensiones, un radio menor a 3 micrómetros y una longitud que excede los 5 micrómetros.

Es esencial tener precaución con estas fibras porque, si se manejan sin la protección adecuada, pueden ser inhaladas y asentarse en los pulmones. Esto puede llevar a graves enfermedades como cáncer, asbestosis y mesotelioma, dependiendo de la severidad de la exposición.

Diferencias entre el Amianto friable y no fiable

Las diferencias clave entre el amianto friable y el no friable se centran en su capacidad para liberar fibras y el peligro que representan para la salud humana.

El amianto friable se encuentra en forma de polvo o puede ser desmenuzado fácilmente con las manos, liberando fibras al aire. Este tipo de amianto es más peligroso para la salud, ya que las fibras pueden inhalarse fácilmente.

Por otro lado, el amianto no friable está unido a otros materiales y es menos propenso a liberar fibras al aire, reduciendo así los riesgos. Para que suelten fibras es necesaria la manipulación directa de herramientas o maquinas. Aunque sea menos peligroso que el amianto friable, el amianto no friable aún puede representar un riesgo si se descompone o se manipula incorrectamente, liberando fibras al ambiente.

Es importante abordar ambos tipos de amianto con precaución y, en caso de renovaciones o demoliciones que involucren materiales que podrían contener amianto, se deben tomar medidas adecuadas de seguridad, como la contratación de profesionales certificados en la manipulación y eliminación segura de amianto para evitar la exposición a las fibras y proteger la salud pública.

Tipos de amianto

El amianto se presenta en varios tipos, siendo los más comunes crisolito, amosita, crocidolita, actinolita, antofilita y tremolita. Cada tipo tiene características específicas y se debe identificar correctamente el tipo de amianto presente en cualquier material, ya que las diferencias entre estos tipos son importantes para evaluar el riesgo para la salud y determinar las medidas adecuadas para su manejo seguro y eliminación.

En España, el tipo de amianto más comúnmente utilizado en tejados y otros materiales de construcción es el crisotilo, también conocido como amianto blanco. El crisotilo representa aproximadamente el 90% de todo el amianto utilizado en nuestro país. Sus fibras son finas, curvada, flexibles, sedosas, fácilmente separables, de hilar y de tejer, resistentes al calor, pero no a los ácidos.

En cuanto a su comercialización y uso, al ser la crocidolita la variedad más tóxica, fue la primera que sufrió restricciones por su alta peligrosidad para la salud, siendo prohibida su utilización en la orden del 31 de octubre de 1984 por la que se aprueba el reglamento sobre Trabajos con Riesgo de Amianto.

Tipo de Amianto Características
Serpentina:
– Crisotilo (Blanco)
– Es el más común y utilizado.
– Fibras flexibles y en forma de rizo.
– Procedente principalmente de Canadá, Rusia y China.
– A menudo usado en productos de construcción como tejas, azulejos y productos de fibrocemento.
Anfíboles:
– Amosita (Marrón)
– Fibras más rectas y rígidas que el crisotilo.
– Comúnmente usado en productos de aislamiento y en algunas aplicaciones de construcción.
Anfíboles:
– Crocidolita (Azul)
– Fibras muy finas y rectas.
– Considerado el más peligroso debido a su capacidad de alojarse en el tejido pulmonar.
– Usado en algunos productos de aislamiento y en cemento.
Anfíboles:
– Antofilita
– Es raro y menos usado que otros tipos de amianto.
– Tiene fibras flexibles y generalmente es de color gris a verde.
Anfíboles:
– Tremolita
– A menudo se encuentra en depósitos junto con el crisotilo.
– No se utilizó comercialmente por sí solo, pero podría estar presente en algunos productos que contienen amianto.
Anfíboles:
– Actinolita
– Similar a la tremolita en propiedades y ocurrencia.
– No se utilizó ampliamente en productos comerciales, pero podría estar presente en algunos productos que contienen amianto.

La identificación del tipo de amianto puede requerir análisis de laboratorio, ya que las diferencias a simple vista pueden ser difíciles de discernir. Los especialistas pueden realizar pruebas para determinar el tipo de amianto presente, lo que es crucial para un manejo seguro.

Dónde encontrar el amianto

El amianto ha sido utilizado en la construcción y puede encontrarse en diferentes zonas, incluyendo tuberías de agua, sistemas de calefacción, techos, revestimientos de paredes, suelos, aislamientos, frenos de automóviles y más. Sin embargo, a pesar de que puede aparecer en estos diferentes sitios, el 90% del amianto se encuentra en las cubiertas.

Lugares de la geografía española donde se encuentra el amianto

El amianto se ha utilizado extensamente en toda España y, como tal, no se limita a una región específica. Sin embargo, si te refieres a lugares específicos donde el amianto se extrajo o tuvo una presencia industrial particularmente fuerte, hay algunas zonas que se pueden destacar:

  • Minas: Aunque España no fue un productor líder de amianto a nivel mundial, sí hubo minas en ciertas regiones. Por ejemplo, en la provincia de Córdoba, en localidades como Belmez y Espiel, se extrajo amianto. Estas zonas mineras podrían tener un mayor riesgo de contaminación ambiental residual debido a la minería del amianto.
  • Áreas industriales con presencia histórica: Algunas áreas industriales, particularmente en las regiones más industrializadas como Cataluña, País Vasco, y Madrid, tuvieron fábricas que producían o utilizaban productos con amianto. Estas zonas podrían haber tenido una mayor exposición históricamente, aunque la producción y el uso ya han cesado.
  • Barrios o zonas residenciales: Hay barrios o zonas en diversas ciudades donde se construyeron viviendas con techos de uralita (una marca que solía contener amianto) u otros materiales con amianto. Estas zonas podrían estar dispersas por todo el país, dependiendo de la época de construcción y los materiales utilizados en ese momento.

Es importante recalcar que la presencia de amianto no significa necesariamente un riesgo inmediato para la salud pública. El amianto es peligroso cuando se deteriora o se manipula, liberando fibras al aire que pueden ser inhaladas. A pesar de la extensa utilización del amianto en el pasado, muchas estructuras y materiales que lo contienen todavía están en buen estado y no representan un riesgo inmediato.

En cualquier caso, si alguien tiene preocupaciones específicas sobre la presencia de amianto en un lugar determinado, es esencial acudir a las autoridades locales o expertos en eliminación de amianto para obtener información y orientación.

En España, se han identificado áreas específicas con presencia de amianto, y es fundamental contar con profesionales certificados para la detección del amianto y eliminación segura.

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