Los tejados de uralita, compuestos por fibrocemento con amianto y popularmente conocido por la empresa que fabricaba dicho material, fueron durante mucho tiempo una opción común en la construcción debido a su durabilidad y asequibilidad. Sin embargo, su uso ha sido restringido y prohibido en varios países debido a los riesgos para la salud asociados con el amianto.
En muchos sitios, legislaciones como la Ley de Prevención de Riesgos Laborales han regulado y prohibido el uso de materiales que contienen amianto, incluyendo la uralita, debido a los riesgos de salud pública que representan.
Pero, aunque en 2002 se prohibió que el fibrocemento contenga amianto, aún es posible que exista estructuras de años anteriores que se pueden mantener hasta el final de su vida útil, siempre que se encuentren en buen estado, es decir, una vez pasen entre 30-40 años desde su fabricación, según el estudio “Materiales con amianto en viviendas: guía práctica”.
Qué se considera un tejado de uralita
Un tejado o techo de uralita es una placa ondulada (generalmente) compuesta por fibrocemento con amianto. Se compone de una mezcla de cemento, amianto y otros materiales para fortalecerlo. Estas placas han sido empleadas en corrales de fincas, pequeñas construcciones, naves industriales e incluso en áreas comunes de edificios residenciales.
Qué ocurre con los techos de uralita, son peligrosos
Los tejados de uralita pueden ser peligrosos debido a la presencia de amianto en el fibrocemento con el que están fabricados. El mayor riesgo ocurre cuando la estructura se deteriora o se manipula y se liberan fibras de amianto en el aire que pueden ser inhaladas y causar problemas respiratorios graves, como asbestosis, cáncer de pulmón y mesotelioma. Por esta razón, su manipulación y retirada deben ser realizadas por profesionales capacitados para evitar la exposición a estas fibras.
Algunos ayuntamientos están haciendo listados de edificios con riesgo de amianto, y es posible acceder a subvenciones o ayudas para cambiar estos elementos con ayuda de una empresa especializada y registrada.
Cómo detectar el techo de uralita
Detectar un techo de uralita puede hacerse a través de distintos métodos:
- Inspección visual: Observar el material del techo puede dar pistas. La uralita suele ser una placa de fibrocemento con aspecto grisáceo o verdoso, con textura ondulada.
- Historial de la construcción: Si es posible acceder a la historia de la construcción del edificio o vivienda, los planos originales o documentos relacionados pueden indicar el uso de este tipo de material.
- Pruebas específicas: Realizar pruebas específicas de laboratorio o con kits diseñados para detectar la presencia de amianto en las placas de tejado.
- Tecnología de imágenes satelitales: Empresas especializadas, como agforest, pueden utilizar tecnología satelital para mapear y localizar estructuras de uralita en edificios y áreas extensas.
Agforest es líder nacional en la elaboración de censos de amianto y calendarios y ha colaborado exitosamente con varios ayuntamientos, ganando su confianza gracias a nuestra capacidad para identificar estructuras de fibrocemento con amianto. Esta tecnología nos permite localizar y mapear estos tejados, brindando información precisa y ayudando a las autoridades a tomar medidas preventivas y de gestión efectivas.
Qué soluciones existen ante los tejados de uralita
Si posees un tejado de uralita con amianto, existen diversas soluciones, unas más recomendables que otras. Entre estas se encuentran el desmontaje, la sustitución por otro material, el cubrimiento, la reparación, la encapsulación o la aplicación de pintura e impermeabilización.
Desmontar cualquier tejado de uralita es la opción que se debe llevar a cabo según la normativa. Si ha transcurrido un periodo de 30 años o si se encuentra en estado de descomposición, cualquier acción que no implique su retirada o reemplazo puede ser sancionada. Por tanto, se recomienda precaución al realizar cualquier otra intervención.
La sustitución por paneles sándwich es una alternativa una vez se ha desmontado la uralita. Esta opción es altamente recomendada, además de ser una de las soluciones más económicas. Los paneles sándwich, también conocidos como paneles compuestos, ofrecen prestaciones similares a la uralita, como excelente aislamiento térmico, gran resistencia, bajo peso y costes reducidos de instalación.
Otra opción es la sustitución de la uralita por imitación de teja. Algunos tipos de placas de fibrocemento pueden reemplazar perfectamente a los actuales tejados de amianto, ofreciendo una solución efectiva y económica. Existen opciones de imitación a teja roja, transparente e incluso aquellas idénticas a las placas de uralita, pero libres de amianto.
Cubrir un tejado de uralita solo es viable si este se encuentra en buen estado y no ha alcanzado el final de su vida útil. Esta acción, denominada doblaje, implica poner algo encima del tejado, como otra capa, aunque constituye una solución a corto plazo y económica, no se recomienda, ya que la uralita seguirá deteriorándose con el tiempo, lo que podría requerir el desmontaje tanto de la cubierta como del tejado, aumentando significativamente el proceso de desamiantado y los costes.
Reparar los tejados de uralita está completamente prohibido según la normativa. Dejar en los tejados de uralita en el edificio solo aumenta el riesgo de exposición debido a la peligrosidad del material.
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