En España, las tuberías de fibrocemento con amianto, se utilizaron ampliamente durante el siglo XX por su resistencia y durabilidad.
Sin embargo, debido a los riesgos de salud asociados con el amianto, en 2001 se prohibió su uso con el Real Decreto 396/2006, que también estableció protocolos para su retirada y manipulación. Desde entonces, ha habido esfuerzos para retirar y sustituir estas tuberías en todo el país.
Aproximadamente 40 mil kilómetros de tuberías de fibrocemento existen en España, datos de 2016. Esto supone 1 de cada 5 tuberías de abastecimiento sean de fibrocemento.
¿Qué son las tuberías de fibrocemento?
Las tuberías de fibrocemento son un tipo común de conductos utilizados en sistemas de agua potable y drenaje en construcciones antiguas. Están compuestas principalmente de cemento, fibras de refuerzo como el amianto, sílice y agua.
Estas tuberías fueron populares en el pasado debido a su durabilidad y resistencia al desgaste, pero su uso ha disminuido debido a las preocupaciones sobre la salud relacionadas con el amianto, que ha sido clasificado como carcinógeno por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).
En consecuencia, en la actualidad, las tuberías de fibrocemento se están retirando gradualmente y están siendo reemplazadas por materiales más seguros, como el PVC (policloruro de vinilo) y el PE (polietileno) en muchas partes del mundo.
Las tuberías de fibrocemento con amianto cómo afecta a la salud
Las tuberías de fibrocemento que contienen amianto pueden representar un grave riesgo para la salud humana.
El peligro del amianto radica en las fibras microscópicas que pueden liberarse cuando el material se daña o se descompone con el tiempo. Estas fibras son lo suficientemente pequeñas como para ser inhaladas y quedarse atrapadas en los pulmones, lo que puede causar diversas enfermedades graves, como asbestosis o cáncer de pulmón.
Estos problemas de salud no se desarrollan inmediatamente después de la exposición al amianto, sino que pueden tardar décadas en aparecer. Por esta razón, es fundamental evitar la exposición al amianto siempre que sea posible.
Detección de amianto en tuberías de fibrocemento
Para saber si una tubería de fibrocemento contiene amianto, se pueden llevar a cabo tres métodos para su correcta detección:
Comprobación de la fecha de instalación
Primero, es esencial identificar cuándo se pusieron las tuberías de fibrocemento. Si datan de antes del 2002, podrían contener ese material.
Si quieres conocer más sobre cómo reconocer el amianto, te dejamos este artículo que lo aclara a la perfección.
Inspección de las tuberías
Dada su edad, es posible que presente grietas o daños, lo que podría contaminar el agua circulante. Se cree que, tras 40 años, el espesor de la tubería podría disminuir hasta en 8 milímetros.
Por esta razón, es crucial verificar la presencia de residuos grises o blancos en la superficie del tubo. También podrían encontrarse en las conexiones o ensambles de las tuberías.
Habitualmente si se realiza un censo de amianto sobre los edificios y nos aporta pistas sobre los materiales utilizados en esa zona y en unos edificios en concreto, que probablemente utilicen sus mismos materiales para las tuberías de fibrocemento.
Evaluación del material
Es necesario tomar una muestra siguiendo las normas de seguridad laboral y enviarla a un laboratorio certificado.
Normativa para tuberías de fibrocemento con amianto
El fibrocemento con amianto, anteriormente popular en tuberías por su resistencia, ha sido reconocido como un riesgo para la salud debido a su potencial carcinogénico.
Muchos países han implementado normativas estrictas, prohibiendo su uso, producción y venta. Al remover o reemplazar estas tuberías, es vital hacerlo con procedimientos que prevengan la liberación de fibras.
Esto incluye humedecer las tuberías para limitar el polvo y desecharlas en lugares especializados. Las tuberías existentes deben ser inspeccionadas y mantenidas regularmente para evitar su deterioro.
La prioridad es garantizar la seguridad y el cumplimiento de las regulaciones, protegiendo la salud pública de los peligros asociados al amianto en el fibrocemento.
Cómo se corta una tubería de fibrocemento con amianto
Cortar tubería de fibrocemento con amianto requiere equipo de protección, incluyendo máscaras y ropa adecuada. La tubería debe humedecerse para minimizar el polvo.
El uso de herramientas manuales, evitando las eléctricas, reduce la liberación de fibras. El corte debe ser lento, con la zona constantemente humedecida. La limpieza posterior y el desecho de residuos deben seguir normativas específicas para manejar el amianto de manera segura.
La descontaminación del equipo y ropa es esencial. Se recomienda la intervención de profesionales entrenados para garantizar la seguridad durante el proceso, protegiendo así la salud de todos los involucrados.
En resumen, la tubería de fibrocemento con amianto ha sido una opción común en el pasado debido a su durabilidad y resistencia al fuego. Sin embargo, a medida que hemos aprendido más sobre los riesgos para la salud asociados con el amianto, es evidente que esta opción ya no es segura ni recomendable. La exposición al amianto puede tener graves consecuencias para la salud, como enfermedades pulmonares y cáncer, lo que hace que sea imperativo evitar su uso y considerar la sustitución de las tuberías de fibrocemento con alternativas más seguras.
Si tienes tuberías de fibrocemento con amianto en tu hogar o lugar de trabajo, es fundamental tomar medidas para su remoción y reemplazo por materiales más seguros. La seguridad y la salud de las personas deben estar siempre en primer plano, y la eliminación del amianto es una parte esencial de ese proceso. Consulta con profesionales en la eliminación de amianto y asegúrate de seguir las regulaciones y prácticas recomendadas para garantizar un ambiente seguro y saludable para todos.
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