En la construcción, el término «uralita», ha estado tradicionalmente asociado con el uso de fibrocemento con amianto. A pesar de su omnipresencia en los parques inmobiliarios de todo el Mundo, la ciencia ha demostrado el riesgo que supone para la salud. Una vez finalizada su vida útil, que se encuentra entre los 20 y los 30 años, el amianto desprende fibras cuya inhalación puede dar lugar a patologías como el cáncer de pulmón, la asbestosis (fibrosis pulmonar) o carcinomas en la laringe, entre otras.
Si bien es cierto que el fibrocemento con amianto cuenta con algunas bondades para la edificación, como su cualidad de ignífugo o la flexibilidad, el hecho de suponer un problema de salud pública llevó a su prohibición en España en el año 2002. Ahora, la industria busca alternativas seguras como el fibrocemento sin amianto. ¿Aún no lo conoces?
¿Qué es la uralita sin amianto?
El concepto «uralita sin amianto» hace alusión al fibrocemento que no contiene fibras de amianto. Un material para la construcción que ha emergido como alternativa segura y sostenible a las antiguas placas de “uralita” que se empleaban en las cubiertas de los edificios. Este material, compuesto por fibrocemento combinado con fibras sintéticas, que sustituyen al tradicional amianto, que otorgan cualidades similares a las del fibrocemento tradicional: resistente, impermeable, ignífugo, aislante acústico y térmico, entre otros. Pero, a diferencia de su predecesor, es una opción segura para la salud y el medio ambiente.
¿Qué nombre recibe la «uralita sin amianto»?
Si bien es cierto que la empresa Uralita hizo que el fibrocemento con amianto se popularizase bajo esta terminología, el fibrocemento o uralita sin amianto no cuenta con una denominación específica. No obstante, hay algunos términos que pueden ayudar a los usuarios a identificar este material:
- Fibrocemento sin amianto: este es el término más genérico y descriptivo, ya que hace referencia a la composición del material (cemento y fibras sintéticas) y la ausencia de amianto.
- Placas de fibrocemento sin amianto: esta denominación se centra en la forma del material, que se presenta en placas o láminas.
- Cubiertas de fibrocemento sin amianto: este término pone el énfasis en el uso principal del material, que es la construcción de cubiertas y tejados.
IA para detectar la «uralita con amianto»
La «uralita con amianto» supone un grave riesgo para la salud y, por consiguiente, constituye un problema de salud pública. Identificar el fibrocemento con amianto y proceder con su sustitución es vital para garantizar la seguridad de cualquier edificación. Este material es omnipresente en la construcción. Aunque el 95 % del fibrocemento con amianto está en tejados y cubiertas de edificios, elementos tan importantes como bajantes y tuberías albergan el 5 % restante.
¿Cómo identificar el fibrocemento con amianto?
La tecnología ha dado lugar a nuevas técnicas como la teledetección, que utiliza las imágenes satélites junto a la inteligencia artificial (IA) para la automatización de este proceso. Gracias a los datos geoespaciales, la identificación de fibrocemento no requiere de la exposición de los trabajadores a esta sustancia, además de evitar la alarma social que los equipos de protección suscitan en la población.
Esta técnica, que en ocasiones permite una precisión del 90 %, es una de las mejores prácticas para conocer si tu vivienda es segura. A pesar de todo ello, existen prácticas tradicionales para reconocer el fibrocemento con amianto. Por ejemplo, consultar la fecha de instalación, la inscripción «NT» (nueva tecnología) en el material, una nueva denominación que garantiza la ausencia de amianto, o las pruebas de laboratorio.
Los peligros de la uralita: legislación para evitar un problema de salud pública
El fibrocemento con amianto presenta un riesgo cuando se deteriora, se manipula o se daña sin las precauciones adecuadas. Considerado como carcinógeno por la Organización Mundial de la Salud, la exposición a este material está asociada a numerosas patologías graves. Por estas razones, es esencial manejar con precaución cualquier sospecha de presencia de amianto y considerar su reemplazo por alternativas seguras como la que presentamos en este artículo.
A través de la Directiva (UE) 851/2018, traspuesta a la legislación española a través de la ley 07/2022, que alude al amianto en su disposición decimocuarta, todos los municipios de España deben realizar un censo y calendario de retirada de este material. Su vida útil, que oscila entre los 20 y los 30 años, ha llevado a las autoridades a tomar medidas para erradicar el fibrocemento con amianto del parque inmobiliario. La aproximación del amianto presente en las edificaciones de España al fin de su vida útil hace necesario que los Ayuntamientos y la Administración pública tomen medidas para retirar el amianto de los edificios de titularidad pública en 2028, y en 2032 en aquellos emplazamientos de titularidad privada, siguiendo las recomendaciones europeas.
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