GeoAI como aliada para el cumplimiento de la CSRD

6 Ago, 2024
GeoAI para cumplir la CSRD

El auge de los fenómenos climáticos extremos ha puesto de manifiesto la gravedad del cambio climático. Las empresas y la Administración pública son cada vez más conscientes de la urgencia que requiere hacer frente a este desafío. La Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés) es la piedra angular del Pacto Verde europeo para impulsar la transición hacia la economía circular.

Esta norma introduce un cambio sustancial en la forma en que las empresas de todos los estados miembros informan sobre su impacto ambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). A diferencia de su predecesora, la Directiva de informes no financieros (NFRD), la CSRD amplía significativamente el alcance y la profundidad en el reporting. Se estima que el número de empresas obligadas a reportar sostenibilidad pasará de 11.000 hasta más de 50.000. ¿Aún no conoces todo lo que implica y como la GeoAI puede ayudarte?

¿Qué es la CSRD?

La Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD) es la nueva norma europea que regula cómo las empresas de la UE deben informar sobre los vectores ESG. El principal cambio viene dado por la introducción de las normas ESRS (European Sustainability Reporting Standards), que tienen por objeto estandarizar la forma en que las compañías miden su impacto ambiental.

A pesar de que los ESRS se encuentran alineados con los archiconocidos criterios GRI (Global Reporting Initiative), estos son más precisos y exhaustivos. Ahora, las empresas deberán atender a lo que se conoce como «doble materialidad»: conocer cómo sus operaciones impactan en su entorno y viceversa.

Este enfoque integral asegura que las empresas no solo reporten sobre cómo afectan al mundo que les rodea, sino también cómo los cambios en su entorno pueden influir en sus negocios. Este marco permite a las empresas identificar y gestionar mejor los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad.

¿A quién afecta y cuál es el alcance de los ESRS?

Hasta ahora, informar sobre sostenibilidad era una actividad reservada a aquellas empresas consideradas de “interés público”. La CSRD involucra en este proceso al grueso de las compañías que deben trabajar por una mejora del impacto de sus operaciones en el entorno, sin olvidar la cuenta de resultados. El orden de aplicación será el siguiente:

  • Ejercicio de 2024: empezarán las empresas afectadas por la anterior normativa (NFRD). Esto es: empresas cotizadas, entidades financieras y aseguradoras; así como empresas con más de 500 empleados.
  • Ejercicio de 2025: otras grandes empresas (cotizadas o no cotizadas).
  • Ejercicio de 2026: Pymes cotizadas con menos de 250 empleados.
  • Ejercicio de 2028: empresas fuera de la Unión Europea (UE) que cumplan determinados requisitos.

Estas compañías deberán tomar en consideración, a la hora de analizar su doble materialidad, algunas cuestiones vinculadas con los vectores ESG que la CSRD incluye en los ESRS para implicar al sector privado en la transición hacia una economía circular y regenerativa. En lo que se refiere al medio ambiente, es interesante observar la concreción y amplitud que estos estándares contemplan:

  • ESRS E1. Clima
  • ESRS E2. Contaminación
  • ESRS E3. Agua y recursos marinos
  • ESRS E4. Biodiversidad y ecosistemas
  • ESRS E5. Uso de recursos y economía circular

GeoAI: analizar el entorno de operaciones a 1.000 kilómetros de la tierra

La doble materialidad, financiera y de impacto, a la que las empresas españolas deberán someterse, no solo supone un cambio radical de paradigma, sino que introduce un nuevo desafío: conocer el impacto bidireccional real de las operaciones de las compañías y su entorno. Todo ello, sin olvidar la necesidad de mantener una cuenta de resultados positiva.

El objetivo de todo ello es claro: identificar oportunidades de mejora para construir un mercado con foco en la transición hacia una economía circular. La inteligencia artificial geoespacial (GeoIA) combina los datos geoespaciales con algoritmos predictivos y analíticos de inteligencia artificial para convertir los datos en información con potencial de ayudar a la toma de decisiones.

Los expertos de Agforest coinciden en que, si la CSRD pone el foco en la toma de decisiones, la GeoIA será indispensable para hacer que su aplicación sea exitosa. Los satélites que orbitan a 1.000 kilómetros de la Tierra son cada vez más numerosos, permitiendo el acceso a datos imparciales que ayudarán en esta labor.

Tres ejemplos del potencial de la GeoAI para el reporting de la CSRD

  1. Precisión en la evaluación del impacto ambiental
    1. La GeoIA puede hacer uso de los datos geoespaciales para monitorizar gases de efecto invernadero, conocer el suelo vacante o la deforestación. A todo ello se suma la capacidad de desarrollar modelos predictivos que permitan la toma de decisiones para evitar el impacto negativo de todos estos factores en la sostenibilidad de las operaciones y la habitabilidad del ecosistema.
  2. Gestión de los recursos naturales
    1. El agua es uno de los grandes desafíos. Tal como apuntan numerosos informes, el 30 % del agua potable se pierde en la red de abastecimiento del agua. Predecir las fugas de agua, especialmente en aquellas industrias que más demandan u optimizar el riego en cultivos son las principales aplicaciones de esta tecnología que mejorarán los resultados de las compañías.
  3. Gestión de riesgos y planes de resiliencia
    1. La doble materialidad tiene en cuenta cómo el entorno puede interferir con las operaciones de las empresas. Inundaciones, sequías, terremotos u otros fenómenos naturales son algunos de los aspectos que la GeoIA permite analizar de forma precisa para tomar decisiones que mitiguen las consecuencias negativas en la cuenta de resultados, velando por la sostenibilidad.

Fuentes consultadas:

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